📜 América en el Siglo XVIII: De las Reformas Borbónicas a la Expansión de la Enseñanza

Reformas Borbónicas y Educación en la América del Siglo XVIII

El Impacto de los Borbones en América: Cambios Políticos, Económicos y Educativos en el Siglo XVIII.

El siguiente texto es un extracto y resumen de dos capítulos del libro "Historia Institucional Argentina y Americana" de S. Fernandez Arlaud de 1966. El cual encontré en mi biblioteca y, como siempre, me pareció buena idea transcribir para aprender y leer una visión diferente y más pura, no tan manoseada como las modernas que casi se acomodan a los gobiernos de turno. 

América durante el siglo XVIII

La iniciación del siglo XVIII señaló para España el fin de la familia de los Austrias y la entronización de los Borbones en la persona de Felipe V y de sus sucesores Fernando VI, Carlos III y Carlos IV.

Sin embargo, más que un cambio dinástico, el advenimiento de los borbones significó un cambio fundamental en la orientación política y económica que la corona había sustentado en los siglos anteriores. 

Las reformas introducidas durante el siglo XVIII tendieron a centralizar la administración peninsular y la americana de acuerdo con los nuevos principios doctrinales en boga. Se inició una rápida declinación de ciertas instituciones locales americanas y del propio Consejo de Indias.

Los reinos de Indias incorporados a la corona de Castilla se transformaron paulatinamente en colonias dependientes de las autoridades metropolitanas, sobre todo de los monarcas, cuyas órdenes ya no se daban "de acuerdo a derecho", sino porque "tal es mi voluntad".

En el plano económico, los borbones adhirieron a las nuevas concepciones que propiciaban una amplia libertad comercial, totalmente opuesta a la intervención estatal sustentada durante los siglos XVI y XVII.

Poco a poco fueron suprimidas las vallas consideradas monopólicas; el comercio indiano creció rápidamente, pero en la misma proporción se perjudicaron las industrias y manufacturas surgidas a la sombra del ocasional e involuntario proteccionismo anterior.

Los Borbones, sobre todo Carlos III, adoptaron acertadas medidas respecto a la administración americana cuando crearon los virreinatos de Nueva Granada y del Río de la Plata, así como las capitanías generales de Chile y de Venezuela.

Las medidas económicas adoptadas por los borbones, pendientes todas de dar mayor fluidez al comercio, transformaron totalmente a Buenos Aires.

La ciudad comenzó a crecer con la pujanza propia de un puerto que centralizaba todo el comercio del virreinato como un intermediario insustituible. La riqueza comenzó a palparse.

La enseñanza

Las escuelas de primeras letras.

La enseñanza que hoy llamamos primaria alcanzó notable difusión desde los albores mismos de la conquista, aumentando el número de escuelas a medida que se iba consolidando el dominio español en América. La creación de las primeras escuelas fue obra de las órdenes religiosas que vinieron con los conquistadores y pobladores, pero pronto intervinieron con carácter supletorio los cabildos e incluso los maestros particulares.

Estas escuelas comenzaron a funcionar cuando todavía proseguía la lucha armada por el dominio territorial; las primeras que se establecieron lo fueron naturalmente en "La Española".

Lo que más ha llamado la atención en el plano de la instrucción es el hecho de que ni siquiera en Europa estaba difundida la enseñanza de primeras letras; al menos durante el siglo XVI, la gran mayoría de los habitantes del viejo continente eran analfabetos, pues la mentada cultura renacentista era propia de reducidos círculos. No obstante, en América hubo una preocupación por la enseñanza mayor que la existente contemporáneamente en muchos países europeos.

No solamente los religiosos estaban obligados a proveer lo relativo a la enseñanza de primeras letras. En 1513 se ordenó a los encomenderos que enseñaran a leer y escribir a un joven para que este hiciera luego de monitor o instructor de los demás.

Diversas clases de escuelas

La escuela de primeras letras puede ser dividida en tres clases: la de los religiosos, que funcionaban en aulas de los conventos; la de los cabildos, sostenidas por estos cuando los anteriores no bastaban; y las de los maestros particulares, que enseñaban a sus alumnos mediante una retribución.

Desde 1773 el rey dispuso que cada Cabildo sostuviera a sus expensas una escuela gratuita para que pudieran concurrir a ella todos los que quisieran. Respecto de aquellas personas que se ofrecían a enseñar mediante pago, el Cabildo, antes de darle autorización, se cercioraba de la idoneidad moral y de los conocimientos de los presuntos maestros.

Las investigaciones de los eruditos han derrumbado el mito de la ignorancia sistemática que, según algunos historiadores, han propiciado sobre las autoridades españolas durante su dominación. Lo cierto es que España fundó en América innumerables escuelas primarias para varones y para niñas, para blancos, para indios y negros. Numerosos colegios de segunda enseñanza y universidades iguales en grados y privilegios a las mejores universidades europeas. 

Conforme a las costumbres europeas, estas universidades tenían un régimen de estudios y de disciplina sumamente severo. Ya en los estatutos de la Universidad de Córdoba se afirmaba que los exámenes eran lo más terrible que había en esa casa de estudios. 

La Universidad de Córdoba, primera de las fundadas en el actual territorio argentino, fue obra de los padres jesuitas. El 23 de agosto de 1765 fue concedida a la Universidad de Córdoba, dirigida por los jesuitas, la licencia para establecer una imprenta. Su primera publicación fue el libro "Laudiatone quinque", obra aparecida en 1766 y en la que se hace el elogio del doctor Ignacio Duarte Quirós, fundador del colegio convictorio de Monserrat.

Fuente: Historia Institucional Argentina y Americana de S. Fernández Arlaud. 





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