Inicio y objetivos del cruce de los Andes
La partida del ejército libertador hacia la meta de su destino había sido fijada para el 12 de enero de 1817 en forma simultánea y en todos los frentes. Habiéndose comunicado así a los comandos y al supremo Director General Pueyrredon.
De estos oficios tomaron muchos historiadores la información para afirmar tal cosa en sus escritos o referencias. Sin embargo, no fue así. Documentos posteriores aseveran lo contrario, como lo veremos más adelante.
Una de las causas de la postergación de la partida del ejército para la fecha anunciada fue la falta de fondos necesarios para poder arrancar. Por eso, el general en jefe, una vez próxima la fecha y no contando con el dinero suficiente para marchar, apeló a las arcas de San Juan en demanda de los recursos que le hacían falta, solicitándolo en tiempo perentorio, dado el apremio de la necesidad (pág. 109) [...] Así contribuyó San Juan en la histórica cruzada, no solamente armando el brazo de sus bravos soldados, sino también contribuyendo con sus recursos económicos a solventar gran parte de aquella campaña enaltecedora del pueblo argentino cuando aún parecía que sus productos no iban a poder alcanzar a tantos sacrificios.
Las primeras columnas del ejército, tanto de Mendoza como de San Juan, partieron el 18 de enero de 1817. El oficio firmado por el propio San Martín en Mendoza el 17 de enero prueba que la partida de allí se produjo el 18 y no el 12, como hemos advertido. En cuanto a la (columna) de nuestra ciudad, partió también el día 18, como lo comunica Gregorio Aracena a San Martín en carta fechada en San Juan. El 19 de enero de 1817, donde dice que Cabot se ha marchado el día de ayer 18.
Indudablemente, a los que primero se hicieron eco de aquella fecha no se les puede imputar su equivocación a un error, sino más bien a un descuido por no haber observado los documentos posteriores que rectifican a los primeros, como hemos visto, y que aparecen en la instrucción que debe observar el comandante en jefe. De la División del Norte del Ejército de los Andes destinada a la restauración de la provincia de Coquimbo en el estado de Chile.
"Saldrá la expedición el 12 del actual precisamente. Arreglará su marcha a los conocimientos que adquiera del terreno y punto más a propósito para entrar a Chile".
"Llevará formadas para los habitantes del país, inclinándoles a nuestra causa y activa cooperación que deben prestarle".
"Mantendrá en su tropa la masa exacta de disciplina; al paisanaje se le tratará con dulzura y moderación; quien desordene en esta parte será castigado de un modo ejemplar, persuadido de que la fuerza física no ha de influir tanto como la moral". (pág. 111)
"Se le faculta para sancionar las sentencias hasta la de muerte que fallar y la comisión militar permanente".
"Deberá componerse esta de cuatro oficiales vocales y un presidente, que será el más antiguo de los nombrados, rotando entre todos los de la expedición. Los juicios en las marchas serán verbales por el orden y método establecido en el reglamento adjunto".
"El resumen de penas militares que también se agrega será exactamente practicado".
La toma de toda la provincia de Coquimbo; al efecto la sublevará y en fuerza atacará la capital.
En el momento de pisar el territorio chileno, hará reconocer a la división por gobernador de la provincia y a nombre del Estado de Chile a…
Posecionado de la capital, mandará alguna fuerza (en caso necesario) al Huasco y Copiapó para que entren en el sistema y reconozcan al gobierno. Pero si para entonces se hubieran apoderado de aquellos puntos las fuerzas de La Rioja, se comunicará con ellas poniéndolas bajo su dependencia, como para ello tienen instrucciones.
Guardará la más exacta armonía con el gobierno general de la provincia, dejando a este toda la gobernativa.
Sostendrá el orden y las autoridades constituidas, cortando en su origen el virus revolucionario, el espíritu de partido y hasta las sombras de la anarquía, corriendo en todo esto su proceder con el gobierno.
Aumentará la fuerza veterana cuanto le sea posible. Establecerá seguidamente su armería, maestranza, porque y demás que sea necesario para el auxilio del ejército.
Reformará los cuerpos que el conflicto de las circunstancias exigiere.
Creará los oficiales que juzgue necesario, expidiendo los títulos provisorios hasta la sanción del supremo gobierno de Chile.
No comprometerá acción alguna en que pueda ser batido Y, si el enemigo se hace fuerte, empleará la guerra de recursos hasta aniquilarlos.
Los prisioneros serán remitidos sin pérdida a San Juan, así como los enemigos conocidos de la causa.
De acuerdo con el gobernador general de la provincia, se nombrará una comisión de hombres buenos, de conocimiento y patriotismo, para la investigación de los enemigos del sistema. Los bienes de estos serán confiscados por cuenta del Estado chileno. Su valor entrará en cajas bajo una cuenta formal e instructiva para responder a su tiempo al supremo gobierno de Chile.
Restablecido el orden en la capital, asegurando su recinto y el puerto contra cualquier agresión por mar, marchará con su fuerza sobre el enemigo del sud o estará pronto para reunirse al ejército según las órdenes que reciba y la situación en que se halle.
Me repetirá partes con toda frecuencia y hará los mayores esfuerzos para ponerse en comunicación conmigo, bien sea por mar o por tierra.
Las legiones de emigrados llevarán banderas tricolor y esta se enarbolará en el punto en que reside el gobierno nacional de Coquimbo.
Serán pagadas por el Estado de Chile las tropas que lleve de estas provincias, las que aumentará bajo las bases de las que lleva lo que le sea posible.
Enero 2 de 1817 (pág. 112)
• Personas: 5424
• Mulas, Caballos y Reses: 10000, 1600 y 400
• Alturas Max. alcanzadas: entre 3000 y 4000 mts
• Distancia aproximadamente: 800 km
• Variación de temperatura: Se experimentó un promedio de 40 °C de diferencia entre el día 30° y la noche -10° bajo cero.
• Bajas en el ejército: Solo hubo 400 bajas por frío, enfermedades o abandono.
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